El ozono y la agricultura ecológica

Agricultura ecológica.

El término de producción ecológica resulta muy amplio, entrando en juego, además, las funciones sociales, paisajísticas, ambientales y de economía rural. Las denominaciones «orgánico, ecológico y biológico» para los productos agrícolas y ganaderos destinados a la alimentación humana o animal son considerados sinónimos, así como sus prefijos «eco y bio». Estas denominaciones están protegidas y reguladas (su producción y etiquetado) por los Reglamentos Comunitarios CE 889/2008 y 834/2007 (aplicado en España desde el 2009) y los productos así denominados deben ser certificados como tales por cualquiera de las entidades de control y certificación autorizadas a operar. Por tanto, está prohibido hacer referencia al término de producción ecológica, biológica u orgánica, si el proceso de producción para ese alimento no va asociado a un proceso de certificación autorizado que lo garantice.
Los métodos orgánicos permiten variedades locales e híbridas, prohibiéndose las transgénicas. Además, se evita el uso de sustancias químicas de síntesis, como son los pesticidas o plaguicidas, los herbicidas y los fertilizantes artificiales, pero no los naturales, como son los fertilizantes naturales de baja solubilidad, como por ejemplo el sulfato (que procede directamente de explotaciones mineras). Pensemos que la toxicología de los productos químicos naturales y sintéticos es similar. A pesar de ello, la agricultura orgánica mejora la calidad y salud de la producción, tal y como atestigua un estudio en el que se encontró que los niveles de exposición a pesticidas organofosforados (de una agricultura no orgánica), pasaban de niveles despreciables a niveles indetectables cuando se pasaba a consumir una agricultura orgánica (libre de organofosforados). Cada vez más estudios demuestran que los productos ecológicos contienen mayor número de minerales, vitaminas y sustancias fitoactivas diversas beneficiosas para la salud. Un dato revelador es que la presencia de abejas y otros insectos polinizadores sirve de indicador para conocer si un entorno está libre de sustancias químicas, y a ello contribuirá la diversidad de cultivos en la misma explotación, así como la ozonización del agua de riego.
Resumiendo, la producción ecológica se basará en no hacer uso de lo prohibido
por su normativa vigente, utilizando todo lo que, fuera de esa prohibición, beneficie la producción para mantener los alimentos de la máxima calidad sin emplear productos químicos de síntesis.
La conversión de agricultura convencional a agricultura ecológica redunda en una disminución de producción. En la producción ecológica, mantener los cultivos en un equilibrio saludable, libre de patógenos, significa una enorme labor. Con la ozonización del agua de riego, tanto durante la preparación del terreno antes de la siembra, como luego durante el crecimiento del cultivo, se facilita esta labor. El Ozono constituye, a medio plazo, un importante incentivador económico a la producción ecológica.

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