El ozono y el suelo

La contaminación de los suelos.

Para la agricultura, podemos considerar que el suelo actúa como un reservorio de los nutrientes minerales requeridos por las plantas.

Las plantas absorben los minerales esenciales por medio de iones inorgánicos disueltos en el agua. Cuando estos nutrientes minerales almacenados en la tierra se disuelven en agua, las raíces de la planta, a través de sus pelos radiculares, son capaces de absorberlos para transportar dichos minerales a través de la corteza radicular hasta llegar a la endodermis, desde donde se repartirán a través del xilema al resto de la planta.

Son 13 los elementos considerados como minerales principales por sus efectos en el crecimiento y desarrollo de las plantas, estos son: Nitrógeno, Potasio, Fósforo, Calcio, Magnesio, Azufre, Hierro, Manganeso, Zinc, Boro, Cobre, Silicio y Molibdeno, y forman parte de la solución nutritiva utilizada en la fertilización de cualquier cultivo. Mantener el equilibrio entre nutrientes resultará esencial para lograr el mejor rendimiento en la explotación agrícola.

Los suelos pueden estar contaminados y ser de baja productividad por varias razones:

  • Microorganismos que producen enfermedades a las plantas. Los organismos anaerobios (los que viven sin oxígeno) son los responsables de pudrir y contaminar los cultivos. El cultivo repetido llega a cargar de estos patógenos los suelos, agotándolos cultivo tras cultivo. El exceso de riego, el uso de aguas residuales y las inundaciones hacen proliferar todo tipo de hongos y microorganismos anaerobios que reducen la capacidad del suelo para las aplicaciones agrícolas. A menor tasa de oxígeno en el suelo, mayor número de microorganismos causantes de podredumbre en los cultivos.
  • Por usar aguas subterráneas que degradaron la calidad de esos suelos. Los iones se acumulan ocasionando la alcalinidad o elevación del elemento sodio, boro, etc. Las contaminaciones fecales como el E.coli también pueden ocasionar serios problemas, especialmente en productos de consumo en crudo, como las lechugas.

El ozono en la preparación del suelo.

Se sabe que una buena preparación del terreno contribuye a incrementar la producción agrícola hasta en un 30%, alcanzándose y superándose esos rendimientos más fácilmente cuando se utiliza agua ozonizada. Entre los beneficios obtenidos por el Ozono en la preparación del suelo puede destacarse:

  • Mejora el flujo del agua y el aire, evitando que se formen en el suelo capas duras que limiten la penetración y el crecimiento de las raíces, y mejorando la resistencia a la erosión.
  • Al incorporar como abono la materia orgánica disuelta, aumenta la disponibilidad de
    nutrientes, mejorando la fertilidad.
  • Todo ello ayudará a optimizar los regímenes de temperatura y humedad del suelo.
  • Previene la formación del sellado superficial del suelo.
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