Tratar con ozono una balsa de regadío permite mantenerla libre de gérmenes y algas sin la necesidad de utilizar cloro o bromo. El Ozono es el mejor sistema de desinfección y conservación de agua que existe, además de resultar económico y práctico.
Tratar con ozono una balsa de regadío permite mantenerla libre de gérmenes y algas sin la necesidad de utilizar cloro o bromo. El Ozono es el mejor sistema de desinfección y conservación de agua que existe, además de resultar económico y práctico.
Utilizando agua con ozono en los sistemas de vaporización se consigue dispersar eficazmente por el aire sus poderes y cualidades desinfectantes y desodorizantes. De este modo se eliminan eficazmente hongos, bacterias y virus.
El agua ozonizada utilizada para fumigar directamente las plantas permite acabar con pequeños insectos de tamaño superior al microscópico, sin afectar con ningún tipo de químico ni residuo a la producción, contribuyendo así a un verdadero cultivo ecológico.
El riego con agua ozonizada, ya sea por goteo, hidropónico o por otros sistemas, además de eliminar microorganismos, hace aumentar la aportación de Oxígeno que llega a la planta a través de la raíz.
Para la exportación de productos perecederos se recomienda su almacenamiento entre -0,5 y -1,6 grados Celsius. Si a ello le añadimos la ozonización por vía atmosférica permitirá prolongar la conservación de la producción llegando incluso a duplicar el período.
El tiempo de tránsito representa vida útil perdida e ingresos potenciales perdidos para los mayoristas y minoristas. El mantenimiento con Ozono prolongará en gran medida el tiempo de conservación evitándo problemas de retrasos o de fallos en los sistemas frigoríficos.